Un paseo (libre)

Arrugué la nariz cuando escuché su comentario. -Eso lo dices porque no eres tú quien lo percibe...- Dije con cierta molestía. -Mira, no quiero discutir.. no creo que hayas venido a buscar problemas, ¿o sí?- Dije tratando de eliminar un poco la tensión.

Lo mire y respire lo mas profunde que pude pero por un moemtno habia olvidado su olor asi que arruge la nariz y di un paso lento hacia atras para relajarme y destensar todos mis musculos. -Bien- dije con brusquedad y me relaje lo mas que podia ante semejante nausiabundo olor que el persivia. -Se que puede onar una pregunta estupida pero hay mas como tu?- pregunte esta vez tomando un mechon de mi pelo y jugetiando con el con un aire un tanto superior.

Al ver su reacción me tranquilicé un poco, parece ser que ella tampoco quería pelear. Sólo esperaba que no se apareciera alguno de los temperamentales del grupo. -Sí, hay más como yo.- Respondí a su pregunta. Al verla juguetear con un mechón de cabello, pensé que quizá era para distraerse o más bien, para intentar controlar los nervios.

No sabia exactamente como actuar pero aspire una bocanada de aire relajandome solo un poco y y sonrei de lado -mmm que bien, supongo- le dije con un tono un poco amigable, ya pronto le diria a mis señores lo que pasaba. Unos licantropos no eran de mucha ayuda en esta zona pero no me portaria tan mal y seria amable, sonrei al pensar en ser amable ya que nunca lo habia logrado.

Sopló un poco el viento y las copas de los árboles se movieron. -Y.. a todo esto, ¿cómo te llamas?- Con la tensión momentanea que invadió el lugar, no nos presentamos como era debido. Me llevé una mano a la nuca para quitarme un poco la tensión del cuello.

-Rosalie- le dije sin mas y lo mire el chico era algo atractivo pero aun asi no creia pode rllevarme del todo bien con él -y tu como te llamas?- le pregunte mientras observaba a mi alrededor, y despues mi mirada se poso en una de mis manos admirando un anillo de oror puro.

-Rosalie..- Repetí en voz baja. -Es un bonito nombre.. Mi nombre es Jacob.- Dije con una ligera sonrisa, aún no sabía si podía tomar confianza. Me recargué en uno de los árboles y noté que miraba su mano. Me pregunto por qué mira el anillo en su mano.

-Jacob exelente- dije por lo bajo y sonrei de lado -y bien supongo que el resto de los tuyos no tardaran en venir- le dije casi preguntando y lo mire esperando algun comentario de su parte.

Cuando mencionó al resto de la manada, me reincorporé. -Sí, ellos ya no deben tardar.. tenemos trabajo que hacer.- Respondí. Entonces escuché un aullido, eso significaba que ya venían en camino.

Lo mire y escuche a lo lejos unos aullidos nunca en mi vida habia visto alguno de su especie y tenia demasiada curiosidad asi qeu le pregunte acerca de su vida -mm bueno y que tan diferente eres a los humano?- le pregunte curiosa mientras lo observaba

Escuché su pregunta. -Bueno, podemos detener nuestro envejecimiento a raíz de nuestras transformaciones. Y podemos ser más peligrosos al no controlar nuestra ira.- Respondí observandole a los ojos.

Rei y lo mire-controlar su ira? nunca serviria para ser como tu mi ira? es complicada- le confense y sonrei meitras lo miraba directo a los ojos.

Sonreí al escucharla. -Bueno, controlar la ira no es fácil. Y menos si se es temperamental.- Comenté al respecto. Cuando me miro a los ojos enarqué levemente una ceja y desvié la mirada, me sentí algo incomodo.

-Supongo que anque no desee admitirlo son buenos en esto de ser lobos anque nunca eh visto a ninguno en fase- le dije sincera y sonrei solo un poco mientras miraba a mi alrededor.

La escuché y le miré. -Supongo que quizá algún día podrías ver uno.- Comenté haciendo una ligera mueca, la única manera de que ella nos viera, sería cuando estuviesemos de guardia o en combate. Volví a escuchar otro aullido, está vez más cerca. Suspiré. -No quiero parecer grosero, pero lo mejor sería que te amrcharas, ellos no lo tomarían a bien y te interrogarían.. o peor.-

Sonrei de lado y asenti -si supongo que s ecomo son ellos- le dije recordando lo que Alec me habia contado de ellos anque habia no sido demasiado esplicito, y obiamente el solo los describia como la escoria de la vida un desecho personas o casas que no tenian por que vivir. Escuche los aullido y suspire un poco -bien supongo que fue un placer conocerte- le dije mientras daba media vuelta y empeze a caminar para poder salir de este nausiabundo lugra.

La miré marcharse y me dí la vuelta, logré ver la silueta de los chicos acercandose rápidamente. Sonreí y luego volté de nuevo, la chica ya se había ido. Seguramente los chicos olfatearían su aroma así que tendría que darles una explicación.